Ki

Tengo la suerte de tener tres hijos hermosos (todos los padres ven a sus hijos hermosos así que no pidan que sea la excepción). Cada uno de ellos tiene, como todos, virtudes y defectos que uno procura realzar o corregir con el paso del tiempo. A veces me parece que realzamos los defectos y corregimos las virtudes pero es al margen.

En realidad quería dedicar este blog a mi hijo mayor, Kike, que esta semana terminó el bachillerato acá en Barcelona después de un gran esfuerzo.

La verdad es que estuve mal porque ni siquiera lo felicité. Cómo buen padre baboso que soy enseguida le mandé un mail a toda la familia y a algunos amigos pero a él no le dije nada. Lo llamaron las abuelas y las tías pero yo no le dije ni una palabra. Puede que mi inconsciente estuviese pensando en su próximo examen para el ingreso a la facultad y entonces no asumiese que terminó, no sé, pero lo cierto es que no lo felicité. No le dí un abrazo, ni un beso, ni se me llenaron los ojos de lágrimas (bah ahora se me están llenando), nada…. Que mal lo mío!!!

Ya es tarde para hacerme el padre afectado así que voy a tratar de ponérselo por escrito para que pueda leerlo antes que vuelva a casa.

KIKE FELICITACIONES!!!!!! ESTOY HIPERORGULLOSO DE VOS!!!!

Parece mentira que ya hayas terminado el secundario. Para mi seguís siendo el nene que se dormía cuando mami te daba la teta y yo tenía que acostarlos a los dos. El que nos levantaba, con ese pijama blanco con pies que te había traído tío Javier, los sábados y domingos a la mañana porque se despertaba a las 7 y nosotros queríamos dormir. El que llevábamos en bondi a todas partes (los otros dos fueron mas finolis como dice tía Mimí, ellos ya iban en auto). El que me esperaba despierto cuando legaba de la facu. a las 11 de la noche. El que correteaba por el depto. casi vacío de Necochea con esos rulos de oro. El que a la mañana cuando íbamos caminando al jardín se paraba a vomitar la leche por el puto reflujo. El que hizo del Chavo con la clavícula rota (por hacer cagadas en el cole) y que se reía de los del Cristoforo Colombo cuando les ganaban en los torneos de Inmigrantes. El de las salidas cómicas cuando almorzamos o cenamos. El que me pelea siempre (y al que peleo siempre). El que desarmaba todas las compus que caían en sus manos (por suerte a las notebooks no te les animas…) y yo después me volvía loco para hacerlas andar. El que siempre quiere más cosas. El que sufrió como un condenado por habernos venido a Barna pero que con fuerza salió adelante y ahora escribe en catalán en los fotologs. El que se dio cuenta que los números no son para él, que lo suyo es la palabra. El que escribe como los dioses y sabe defender sus posturas.

Por todo eso y por más y por los orgullos que vendrán…. TE QUIERO CHANCHO!!!