Duraciones

Hace unos días que quiero actualizar el blog y estuve dándole vueltas a distintos temas.
Pensé en hablar sobre la RSC (o RSE para otros) o sobre particularidades de la vida en Catalunya desde la óptica de un porteño pero finalmente me decanté por un tema que hace rato que tengo en mente y es sobre la duración de películas y libros.
No sé si es un problema personal (puede que si ya que los años no pasan solos y uno se va poniendo más quisquilloso) pero cada vez que voy al cine, miro un DVD o termino un libro siento que una tercera parte de lo que ví o leí estaba de más.
Con las películas es un fenómeno que comencé a notar a partir de la aparición del DVD. Antes una película rondaba los 90 minutos (probablemente como una consecuencia lógica del tamaño de los carretes que la contenían) pero a raíz del cambio de tecnología poco a poco han ido alargándose y hoy cualquier película dura más de 120 minutos.
Ahora bien, esos minutos que se han alargado los films son, en general, desperdiciados en escenas muy lindas en la estética o en diálogos que poco hacen al argumento de la película en si.
Lo mismo me sucede con los libros. Termino de leerlos y siento que hay capítulos enteros que estaban de más, que se explican conceptos y se los refuerza como si los lectores no pudiéramos comprenderlos en una sola pasada.
No sé si será una moda, si la capacidad de comprensión del ser humano está disminuyendo y por eso hay que tratarlo como a los chicos pero siento que leo y veo de más en cosas que no hacen a la esencia del libro o película. Y en esos momentos siento el deseo de pararme y decir, como el viejo gaucho de “La Patagonia Rebelde”: “Cortelá m’hijo!!!”.
Petons