martes, julio 03, 2007

Crisis de energía

Todas las mañanas cuando llego a la oficina mi primer tarea es encender la computadora y al tiempo que abro Outlook para ver los e-mails y la agenda del día, ingreso a la página web de Clarín y doy un vistazo a lo que sucede en Buenos Aires (el pantallazo de lo que pasa en el resto del mundo ya lo tuve en el noticiero televisivo mientras desayunaba o leyendo el periódico en el metro). En estos días invernales, lo primero que miro es que temperatura tienen (e imagino la que tendrán cuando se levanten porque yo suelo mirarlo a las 4 de la mañana porteña) y comienzo a preocuparme por si les faltará luz o gas.
Es penoso tener que preocuparse por esas cosas en un país que debería autoabastecerse de energía, como ya lo hizo durante un montón de tiempo pero así son las cosas. Es también penoso leer día tras día en muchas publicaciones argentinas, por no decir en casi todas, los mismos argumentos de los distintos actores (ya sea responsables de empresas, formadores de opinión, etc.). La culpa de todo es el régimen de precios y las retenciones. Saben bien que al Pingüi no le doy ni medio dedo de confianza, pero tampoco me gusta que nos mientan y nos tomen por pelotudos. Los precios influyen, es cierto, porque las empresas trabajan para tener rentabilidad (salvo que seas una ONG y de esas en energía no abundan, más bien escasean) y la realidad es que no hay gas y no hay electricidad porque hace muchos años que se decidió no invertir más en nuevas centrales y en exploración.
Por ejemplo, la última central de ciclo combinado se inauguró en el año 2000. Si tenemos en cuenta que se demora unos 2 o 3 años en construirla, la decisión de invertir se tomó en 1997 (a lo sumo en el 98). En los pozos exploratorios sucede lo mismo. El año record fue 1995 con casi 160 pozos abiertos, a partir de allí comienza una declinación sostenida hasta el mínimo que se dá, paradójicamente, en el año 2000. Luego hay un pequeño crecimiento pero los valores son sustancialmente inferiores a los anteriores (promedio de 40 pozos, con un pico de 60 en el 2005). Las decisiones de exploración también se toman con bastante antelación.
Ahora, que yo recuerde, el presidente en 1997 era don Carlos y en ese momento teníamos la magia del 1 a 1, libre disponibilidad de divisas y éramos la economía más admirada del mundo. No había problemas de inseguridad jurídica (se arreglaba con unos mangos) y los empresarios estaban todos felices y contentos girando sus ganancias en dólares ficticios a las casas matrices o a las cuentas caribeñas o suizas….
Entonces, porque no siguieron invirtiendo????. Porque no se les cantó. Porque querían tarifas más altas ya en ese momento (no les bastaba con tener de las más altas del mundo, querían que fueran las más altas). Porque otras regiones ofrecían más rentabilidad con menos esfuerzo. Entonces señores, no mientan más. Digan la verdad, asuman su parte de culpa en este desaguisado…..