domingo, noviembre 11, 2007

Payasadas en la Cumbre Iberoamericana

Como en ciudadano que vivió la mayoría de su niñez y adolescencia en distintas dictaduras militares soy un amante profundo de la democracia. Creo que de todas las formas de gobierno es, sin dudas, la mejor. Obviamente también es perfectible y es un deber de todos los ciudadanos libres del mundo defenderla y mejorarla día a día.
Uno trata de inculcarle a los hijos, que afortunadamente nacieron en un país distinto al que me tocó a mí, que pese a las elecciones fraudulentas (como las del señor Bush), los candidatos a dedo (como en Argentina o España), o los simulacros de democracia (como Cuba o Venezuela), siempre es preferible un gobierno en el que se sepa la fecha de comienzo y la fecha de caducidad del mismo, donde los que se oponen puedan hablar y opinar con relativa libertad y donde cada X cantidad de años los ciudadanos deban, con más o menos ganas, expresar su opinión mediante el voto.
Toda ese párrafo viene a cuenta del incidente de hoy en Chile entre Chávez, Ortega, Zapatero y don Juan Carlos I de Borbón.
Zapatero es un tipo que siempre me cayó bien. Pese a muchos errores políticos que le endilgan acá en España creo que ha hecho un gobierno razonable, tratando de cumplir con lo que en su día dijo que iba a hacer. Pese a los intereses de la derecha, a los cabreos catalanes, a la prepotencia de ETA, a los rápidos andaluces, etc. ha sabido manejarse y si pudiese votar en marzo del año próximo seguro tendría mi voto. Su discurso de hoy me pareció bueno en defensa de los presidentes demócratas pero creo que Aznar es indefendible. Si una persona, por el simple hecho de ser votada por su pueblo debe ser respetada entonces deberíamos reinvindicar a Adolf Hitler (que fue elegido democráticamente). Chávez no es un tipo que me cause ningún afecto. Creo que es un militarucho bravucón que tiene la suerte de que el petróleo tenga un precio altísimo y con eso se da el lujo de pavonearse por el mundo. En otras circunstancias estaría más solo que Saddam antes de que lo capturaran. Pero en el tema de la disputa, Chávez lleva la razón porque Aznar estuvo detrás del golpe en Venezuela. Y si un supuesto demócrata se involucra en un golpe de Estado en otro país, desde mi humilde punto de vista deja de ser demócrata. La elección fue de Aznar. En su momento el decidió que quería hacer y lo llevó a cabo. Y ahí dejó de ser demócrata. Entonces, mi querido Zapatero, meterlo en la misma bolsa que gente como Tabaré Vázquez, Lula o Bachelet es faltarles el respeto a estos últimos.
Sobre don Juan Carlos, me parece que está un poco gagá. Es una pena porque personalmente siento un profundo aprecio por la familia real (obviamente no los conozco). Creo que son un factor de cohesión importante dentro de la política española pero me parece que va siendo hora que deje lugar a las nuevas generaciones. Se ha tomado muy a pecho lo de ser el único asistente a todas las Cumbres. Me parece que no se dio cuenta que América hace ya casi un par de siglos que se despidió de los reyes de España y que, bien o mal, trata de vivir a sus aires. Enojarse por las críticas a Aznar o por los comentarios de Ortega sobre Unión Fenosa, levantándose y yéndose como un chico mal criado lo han hecho quedar mal. Es bien sabido que las empresas españolas no vinieron a América a hacer sociales. Vinieron a ganar plata y mucha. Plata de la buena, lo que les hizo ganar peso en el concierto mundial de empresas. Telefónica no sería la tercera empresa de teléfonos del mundo si no fuese por los negocios “sudacas”. Lo mismo Repsol, que sería apenas una comercializadora de combustibles si don Carlos y sus amigos (entre los que, no nos olvidemos, estaban los tortolitos Kirchner) no le hubiese vendido YPF. ¿Han invertido?, si, es cierto, lo hicieron. Pero a expensas de tarifas altísimas, de negocios no claros, etc. Y en algunas ocasiones, como en Nicaragua, se pasaron de vivos. Y cuando uno se pasa de vivo hay que pagar las consecuencias. Por eso mi apreciadísimo don Juan Carlos, no se enoje con el que dice la verdad, aunque la misma ataque a sus amigos.


PD: Gracias Nick!!!!

viernes, noviembre 09, 2007

¡Ay país!!

Petrobras acaba de anunciar el descubrimiento de un gran yacimiento petrolífero marino que le garantizará ser uno de los 10 países con mayor cantidad de reservas en el mundo y el tercero en el Cono Sur detrás de Venezuela y de Nigeria.
Cuando leo estas noticias no puedo más que pellizcarme para ver si estoy despierto. En mi adolescencia, y tengo 42 años no soy Dorian Grey, Brasil importaba casi todo el petróleo que consumía y había comenzado el desarrollo de etanol mediante el procesamiento de la caña de azúcar para reducir el consumo de petróleo y disminuir la dependencia del país del “oro negro” importado. Por otro lado, Argentina se autoabastecía y tenía reservas razonables. No nadaba en petróleo pero sólo necesitaba importar ciertos cortes.
30 años después nuestras reservas y nuestra producción declinan, tenemos que importar gas de Bolivia y fuel oil de Venezuela y perdimos la soberanía porque las decisiones en materia de petróleo no se toman en Argentina sino en Barcelona o en San Pablo.
El petróleo argentino dejó de ser de propiedad de los ciudadanos del país para ser de los señores feudales de las provincias que tienen la suerte de tenerlo debajo de sus pies, YPF pasó de ser una empresa que desarrollaba el país a ser una división de Repsol (que luego de succionar toda la ganancia posible ahora la tiene como lastre y quiere desprenderse a toda costa de ella, eso si, cobrando por el 40% casi lo mismo que lo que pagó por el 100%) y los argentinos tienen que soportar cortes de gas y luz en invierno (obviamente los días que más falta hace) y de luz en verano.
Como cantaba Piero en esos años de autoabastecimiento.... ¡Ay país!!

viernes, noviembre 02, 2007

Fa vint anys que tinc 20 anys

Esta frase, además de ser el título de una excelente canción en catalán del Nano Serrat, está dedicado a Inés.

¿Y por que se lo dedico a ella?. Porque el 15 de octubre cumplimos 20 años de casados. Lamentablemente el festejo quedó desmerecido por las circunstancias que les comenté en el artículo anterior y los planes que teníamos para la celebración han sido pospuestos hasta tener una mejor definición del panorama.

Pero las penas del presente no pueden, ni deben, desmerecer estos 20 años de mutua compañía. Como dice el tango, 20 años no es nada pero también lo es todo.

20 años de comienzos difíciles, de sacrificios, de muchas alegrías y algunas penas. De 3 hijos hermosos, inteligentes y cariñosos (saben que soy baboso, no tengo porque negarlo).

20 años de aprendizaje juntos, de ir para adelante, de tratar de crecer.

20 años, también, de aguantarme, porque reconozco que a veces me torno insoportable.

20 años de ilusiones y proyectos compartidos. Algunos vueltos realidad, otros reformulados y otros definitivamente guardados en el arcón de los recuerdos.

20 años de comprensión, de cariño, de amor.

En fin, podría seguir enumerando cosas pero creo que, como dice el título, lo importante de estos 20 años es que hace 20 años que lograste que tenga 20 años en el corazón.

Besos Inés. Muchas gracias por estos geniales 20 años. Y a por los próximos 20.

jueves, noviembre 01, 2007

Anclao en BCN

Hace unos días, más precisamente el 11 de octubre, mis queridos jefes porteños tuvieron el agrado de comunicarme que dejaba de serle útil al proyecto en el que me estaba desempeñando y por ende tenía dos opciones, o volverme a Buenos Aires con toda la prole, o quedarme acá viendo como llevar adelante la vida de todos los de la familia. Es cierto que el proyecto viene dando tumbos desde hace bastante tiempo, yo diría que desde el primer día, pero quedarte de sopetón sin trabajo y a 12.000 km de tu tierra es algo complejo.

El primer impacto ha sido duro pero lo que realmente más me molestó fue la manera tan argentina de hacer las cosas. Llegaron de Buenos Aires un martes (en realidad el lunes por la tarde) y estuvieron 3 días en la oficina (junto con un par de adláteres) yendo a tomar café y almorzar e ignorándome, cuando hasta hace poco me llamaban para que por favor les deposite dinero en sus cuentas porque les caían vencimientos. Yo, con los casi 25 años de trabajar en empresas de distinto calibre, ya había calado como venía la mano pero no podía creer tamaña cobardía. Pero si, bien de argentino cagón, esperaron hasta los últimos 10 minutos de su estancia en la Ciudad Condal para comunicarme la triste novedad. Atrás quedaron años de trabajo, de esfuerzo, de cosas perdidas en pos de un proyecto que fue pésimamente manejado por un estratega que se quedó corto en las estrategias (excepto claro está en la de llevarse dinero a su bolsillo).

En los días que siguieron, y luego de comprobar que la incredulidad ante tamaña situación no era sólo mía, comencé con la tarea de conseguir una nueva “feina” por estos lares. Por lo pronto visito todas las páginas web de trabajo que conozco y los domingos compro los dos diarios más importantes para ver que avisos salen. Pero pese a que he enviado más de 50 respuestas aún nadie ha llamado, así que debo asumir que hay que variar un poco el método de búsqueda. Creo que comenzaré a caminar por las distintas agencias de colocación para hacerme conocer. Pero lo haré cuando tenga en claro que dinero me queda en el bolsillo después de la desvinculación, ya que aunque han pasado 15 días los porteños no terminan de tener tiempo para cerrar cosas. No quería conflictos pero me parece que el tema terminará mediante abogados.

Mientras tanto he cambiado los roles en casa. Ahora me levanto a la mañana para prepararle el desayuno a Brenda y Hernán que se van al cole a las 8 y ver como se van a sus estudios correspondientes Kike e Inés. Y cuando todos salen comienza mi tarea de “Maruja” (como le dicen acá al ama de casa). Recoger las tazas y vasos que los chicos dejaron en sus habitaciones, ver que hayan hecho la cama (con la excepción de Kike que sigue creyendo ser el único privilegiado), juntar la ropa que dejaron tirada en todos lados (especialmente en el baño), hacer nuestra cama, poner la colada (versión española de poner el lavarropas) y tender la ropa, verificar los mails, ver que avisos nuevos han surgido, comprar el diario y recoger la correspondencia, y pensar que prepararles de almorzar para cuando lleguen a las 14 horas, hambrientos y malhumorados. Todo eso en compañía de Tigre que me mira extrañado.

Una experiencia distinta en la vida. Como dirían los chinos la crisis es una oportunidad. Veremos como podemos sacar el mejor partido de esta oportunidad que la vida me ha puesto por delante. Fins aviat.