sábado, marzo 27, 2010

Órgano

En estos días nos están visitando dos amigas de Inés de Buenos Aires. Aprovechando que el viernes teníamos ambos día libre en el trabajo, y ante el pedido de una de ellas, las llevamos a conocer el monasterio de Montserrat.

Para que entiendan los argentinos, Montserrat es a Catalunya lo que Luján es a Argentina. Es donde se aloja la virgen patrona del país.

Cómo buen día de semana no había demasiada gente. Pocos turistas, muchos jubilados y escolares de excursión, por lo que recorrer las instalaciones fue relativamente sencillo. Aún ver a la Virgen Negra no fue demasiado complejo.

Lo que si me llamó la atención, y no porque no lo supiese,  fue el nuevo órgano de la iglesia, estrenado menos de una semana antes (http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=697735&idseccio_PK=1021).

Lucía esplendido y sonaba admirablemente en manos de su ejecutor. Pero la información que había recopilado en la semana me produjo un mal sabor de boca.

Me parece obsceno que se destine más de un millón y medio de euros a estos fines. Creo que la inversión que se ha hecho durante miles de Visita A&V 260310 Montserrat 100 (2)años en patrimonio religioso es más que suficiente y que no son necesarias obras tan onerosas en un mundo en que hay millones de seres humanos que se mueren de hambre.

Es cierto que vivimos en un mundo en que la gente destina su dinero para fines mucho más vilipendiosos que este pero me cuesta entender como un sacerdote acepte una obra de semejante magnitud olvidando los preceptos que su propia Iglesia debería pregonar.

Pero la Iglesia lleva años equivocándose y parece haber entrado en una espiral sin fin hacia su autodestrucción. Basta ver como reaccionó son el tema de los curas pedófilos (que llegaron a salpicar al Papa), las declaraciones de sus obispos (los dichos del de Andalucía sobre el aborto son increíbles) y sobre el afán político de sus prelados por encima de sus fines pastorales.

No debería sorprendernos que musulmanes, evangelistas y otras religiones alternativas vayan captando lo que los católicos se esfuerzan en entregarles.