viernes, enero 18, 2008

Subsidios odiosos

Hoy leía una nota sobre el cierre de una planta de Nokia en Bochum (Alemania) y su consecuente deslocalización a países del Este europeo dejando a cerca de 5.000 personas (entre empleos directos e indirectos) en la calle. Hace poco sucedió lo mismo aquí en Barcelona con los laboratorios de Merck. Y el máximo directivo de Nissan en España vive amenazando despidos desde hace un par de años (al menos desde que yo vivo por estas tierras) y así obtiene subvención de acá y dádivas por allá.
Hace unos años en Argentina vivimos una competencia entre nuestro país y Brasil (que como de de costumbre perdimos) por plantas automotrices. Y las armas de la competencia fueron subsidios estatales. Recuerdo también, el convenio entre la provincia de Córdoba y su ciudad capital con la estadounidense Motorola para que esta instalase un laboratorio en la Docta. Si la memoria no me falla, en este convenio las autoridades hasta se hacían cargo de la construcción del edificio del mismo (pagando el alquiler de unos pisos mientras no lo tuviesen listo).
Y es ahí donde me pregunto que validez tienen estos subsidios. ¿Por qué subsidiar a estos monstruos, que no lo necesitan en absoluto, en vez de destinar el dinero a otras cosas más urgentes?. O si se quiere subsidiar, mejor hacerlo con investigadores locales o empresas pymes que tendrán una afinidad mayor con su entorno y, obviamente, un apego mayor a él. Porque es fácil decidir el cierre de una planta de producción o de un laboratorio cuando el mismo está lejos. Es cuestión de ver un par de presentaciones de Powerpoint y una planillitas de Excel con números que pueden o no ser verídicos (total los que las hicieron sabían que querían ver los jefes) y listo. ¿Será menos eficiente la planta que se cierra en Alemania que otra en Finlandia?. No sé, pero los obreros no le harán piquete en la puerta al CEO y eso es lo que vale.
En este mundo globalizado donde los pesos (o dólares o euros) cada día se vuelven más escasos creo que tenemos que ver bien como nuestras autoridades gastan el dinero y a quien financian. ¿Necesita Nokia una financiación de 88 millones de euros si ganó 3.600?. ¿Tendremos móviles más baratos por esto?. No lo creo. Estoy seguro que si Catalunya hubiese destinado el mismo flujo de inversión al mismo grupo de profesionales (que al fin y al cabo en la investigación es lo que cuenta) sin tener de intermediario a Merck hubiese logrado un mejor resultado final y la ciencia catalana hubiese gozado de más prestigio. Y el laboratorio seguiría operativo.
Y por sobre todas las cosas, tenemos que aprender bien a conocer a nuestros dirigentes empresarios, que suelen pedir libertad para expoliar y subsidio para el resto…. Y la van de liberales!!!

1 comentario:

Ana C. dijo...

¡Vos sí que tenés claro lo que es calidad del gasto público! Ojalá que se dieran cuenta los que manejan el del país que nos desvela.

Unos post buenísimos los últimos.