viernes, septiembre 04, 2009

Tan equivocado no estaba…

Hoy apareció la siguiente nota en El Periódico de Barcelona, dando cuenta que la famosa gripe A no es peor que la epidemia de gripe “normal”. Después de todo la salud es siempre un negocio y el pato lo pagamos los pacientes…..

 

EVOLUCIÓN DE LA PANDEMIA EN EL INVIERNO DEL HEMISFERIO SUR

Las muertes a causa del H1N1 no alcanzan a las de las viejas gripes

• El virus nuevo ha relegado en Australia a los que ocasionaron infecciones anteriores

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

Las cifras de muertes causadas hasta ahora por el virus de la gripe A en los países del hemisferio sur, donde está acabando el invierno, no han alcanzado a las previstas por los epidemiólogos e incluso son inferiores a las que esperaban sus administraciones sanitarias. Los fallecidos totales en dicho hemisferio a causa de la enfermedad son 1.796 personas.
En Australia, cuyo sistema de detección de virus respiratorios es muy similar al español, se han registrado 95 muertes por gripe A, que equivale a un índice de letalidad de 0,45 por cada 100.000 habitantes. La gripe estacional que atravesó España en el invierno pasado tuvo una tasa de mortalidad próxima a 1,5 por cada 100.000 habitantes.
MEJORA DEL CONTROL / A los virus que afectan al sistema respiratorio se atribuyeron en España más de 3.500 fallecimientos el invierno pasado, de los que un gran porcentaje, pero no todas, correspondió a la gripe. Estas muertes, asumidas como ine-
vitables por el sistema sanitario
–la comunidad científica descarta la erradicación de la gripe–, siempre han sido contabilizadas de forma estimativa dadas las dimensiones de la población a que aluden. Esta temporada de virus nuevo, no obstante, los centros de control intentarán milimetrar sus datos, un objetivo que puede resultar un imposible. «Las cifras atribuidas a la gripe nunca reflejan toda la realidad, porque se trata de una epidemia masiva y con infinitos matices, pero sí se pueden establecer tendencias», afirma Antoni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic y asesor de la Conselleria de Salut. Uno de los datos ya comprobados en Australia, considerados anticipo de lo que puede suceder de inmediato en Europa, es el desplazamiento que el virus A está haciendo de su predecesor de la vieja gripe.
Un 80% de los procesos víricos que están sufriendo los australianos son causados por el A/H1N1 y apenas un 20% se debe al anterior virus. Esta correlación, establecida como hipótesis en el hemisferio norte, aporta una cierta tranquilidad a quienes temen la coincidencia, o competencia, de ambos virus gripales en un mismo individuo. Hay que tener en cuenta que los grupos humanos que serán vacunados contra una y otra gripe serán distintos, y que, salvo situaciones excepcionales, una misma persona no estará protegida este año contra las dos infecciones respiratorias. La vacuna de la gripe A se administrará a personas menores de 60 años, además de a enfermos respiratorios, cardiópatas, inmunodeprimidos y embarazadas. La vacuna de siempre se ofrecerá a los mayores de 60 años y a algunos de los enfermos crónicos incluidos en los colectivos citados. En todo caso, las vacunas antigripales que se elaboren para el invierno del 2010 ya podrán precisar mucho más que la de este año el objetivo a abatir. La eficacia de las del 2009 es una incógnita.
La infección gripal sigue avanzando lentamente en España, y esta semana ya afecta a 54 de cada 100.000 personas. En Catalunya, donde la contabilidad incluye a todos los virus respiratorios circulantes, la tasa de enfermos se eleva a 86 de cada 100.000 habitantes. Hasta ahora, han muerto en España 0,18 de cada 1.000 enfermos, informó Sanidad.
SEPARACIONES SUAVES / Los hospitales catalanes están preparados ante la eventualidad de que el primer brote epidémico se produzca a finales de octubre, aunque no descartan que la cima máxima de la epidemia de este invierno se inicie en diciembre, lo que supondría la coincidencia de los dos virus gripales. En esos momentos, a todos los enfermos que lleguen a un hospital se les preguntará, en la puerta, si sufren fiebre y tos. Quienes digan que sí, recibirán una mascarilla y ocuparán un ala predeterminada de las salas de espera. No habrá áreas exclusivas de aislamiento para los griposos –no hay sitio–, pero sí suaves separaciones.

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