viernes, noviembre 10, 2006

Tiempo pasado

Hoy leí indirectamente, a través de un mail que mi suegra le envió a Inés, una presentación de alguien que añoraba los años de su infancia, comparándolos probablemente con la de sus hijos y dando a entender, como nos quisieron hacer entender nuestros padres, y a ellos los suyos, y así generación tras generación que todo tiempo pasado fue mejor.

Hay cosas que son ciertas, pero como uno tiende a recordar lo bueno y bonito y a olvidar lo malo siempre compara un vaso medio lleno con uno completo y en este último hay de todo, bueno y malo.

Yo no reniego de mi infancia, la verdad he sido un tipo afortunado. Hijo, nieto y sobrino cuasi único hasta los seis años, con una educación que (aunque perfectible) no fue mala, con unos padres que se desvivieron por darme lo mejor, por unos abuelos que me malcriaron como corresponde, con amigos, con barrio, con potrero, con bicicleta, con los libros de Verne y Salgari, con las buenas películas en la tele (las de Pepe Arias con la abuela tomando café y comiendo chocolate las tardes de invierno eran impagables) en fin con las cosas lindas que uno tiene que tener en esa edad (después de todo es la edad que uno tiene que disfrutar ¿no?).

También hubo cosas feas, como en todas las infancias, muertes de familiares cercanos, los problemas típicos de vivir en un país como la Argentina en los setenta y ochenta, etc. pero el balance es bueno.

Pero también creo que mis hijos, en su medida, han tenido una infancia buena. Distinta a la mía, sin tanta calle, mas encerrados, pero no mala. Mis hijos se ríen cuando me ganan un partido en la Play (en realidad se ríen cuando hago un gol, o sea cada muerte de obispo), son usuarios de PC desde que nacieron (y a estas alturas yo, que he sido un amante de la tecnología toda mi vida, tengo que empezar a preguntarles como hacer determinadas cosas), no conocieron la tele en blanco y negro, ni los teléfonos de Entel, ni los Montoneros, ni a Isabelita, ni a Videla (eso si, se perdieron la agradable sensación de gritarle hijo de puta a 50 metros de distancia en pleno 1978, que locura!!) pero no la pasaron mal (y eso que los hice sacrificar cruzando el charco y dejando sus cosas para empezar de nuevo acá).

Cada época es distinta, con sus pro y contras, pero yo creo que lo mejor es lo que vendrá. Lo que construiremos nosotros, lo que le dejaremos a mis nietos y bisnietos…. Eso si que va a ser bueno!!!

2 comentarios:

quiquepim dijo...

Es cierto lo de Videla. Pero acá tenemos el placer de decir: el clasico lo gana el Real y tener razón y que no se vuelva a tocar el tema del partido ese nunca más jajaja

Anónimo dijo...

Comparto con vos lo de construir un mundo en el que sea lindo vivir para que nuestros descendientes lo disfruten y valoren. Tambien comparto el buen aporte que la tecnologia nos brinda cotidianamente.... (si lo sabras vos..) El mail al que te referis debe ser similar a uno que hace un tiempo recibi y reenvie a tu tia ... y aunque parezca increible me contesto un mail larguisimo sobre que nos dejo nuestra infancia. Pienso que el principal logro de ese mail es recordarnos de donde venimos, que camino transitamos y en algun caso entender por que o como llegamos a donde llegamos. No se como sera el mundo en el que vivan nuestros hijos dentro de 20 o 30 años... pero ojala les aporte algo similar retroceder mentalmente en el tiempo.